Un ardor en mis ojos, no me deja percibir, la avaricia consumida por esta ciudad.
Que es necrófaga, infiel, impúdica, desligada del aborigen, hilos arhuacos, puntos
inconstantes, llevada a extremos que colindan, con el eterno retorno a una fuente
insana.
La vastedad consume a los habitantes de esta Babel criolla. Un indigente europeo
huele diferente a uno propio. El nuestro huele a; papa criolla. Hace del costal su
bunker, guarda tesoros mancillados por la santa inquisición. Inquilinos de iglesias,
inmunes al polvo y a los vidrios de botellas.
Estamos perdidos, porque no poseemos la sabiduría de su indigencia, ellos son los
guardianes del Grial, ellos poseen la caja de Pandora, y nosotros solo ignominia y los
mil pesos para el bus.
Que es necrófaga, infiel, impúdica, desligada del aborigen, hilos arhuacos, puntos
inconstantes, llevada a extremos que colindan, con el eterno retorno a una fuente
insana.
La vastedad consume a los habitantes de esta Babel criolla. Un indigente europeo
huele diferente a uno propio. El nuestro huele a; papa criolla. Hace del costal su
bunker, guarda tesoros mancillados por la santa inquisición. Inquilinos de iglesias,
inmunes al polvo y a los vidrios de botellas.
Estamos perdidos, porque no poseemos la sabiduría de su indigencia, ellos son los
guardianes del Grial, ellos poseen la caja de Pandora, y nosotros solo ignominia y los
mil pesos para el bus.